La impresión 3D tiene sus orígenes en el Japón de 1981, cuando el Dr. Hideo Kodama, crea una máquina de impresión en tres dimensiones utilizando una resina que podía polimerizarse con luz ultravioleta, y así curar este líquido fotosensible para luego convertirlo en un objeto sólido 3D.
En la actualidad, la creciente popularidad en el uso de la impresión 3D se debe fundamentalmente a su sencillez, sumada a que este tipo de tecnología puede ser utilizada en un sinnúmero de campos.
¿Qué es impresión 3D?
Acorde con los investigadores N. Shahrubudin, T.C. Lee y R. Ramlan, “la tecnología de fabricación digital, también conocida como impresión 3D o fabricación aditiva, crea objetos físicos a partir de una representación geométrica mediante la adición sucesiva de materiales.”
Esta fabricación digital de representaciones geométricas de objetos físicos permite alcanzar la tan anhelada personalización masiva.
Dada las especiales características que posee este tipo de tecnología, ha permitido que su uso se masifique cada vez más en industrias como: educación, aeroespacial, aeronáutica, automotriz, robótica, construcción, manufactura, salud, agricultura, arte, joyería, entre otras.
¿Cuál es el futuro de la impresión 3D?
Este particular tipo de tecnología ha entrado en una fase de rápido crecimiento. Las principales proyecciones así lo indican. Según Statista, se espera un ritmo de expansión de esta industria, asociado a una tasa de crecimiento anual compuesto cercana al 17% entre 2020 y 2023. De acuerdo con Fortune Business Insights, el mercado global de impresión 3D pasará de 18,33 mil millones de dólares americanos en 2022 a 83,90 mil millones de dólares americanos para 2029, a una tasa de crecimiento anual compuesto de 24,3% en el período de pronóstico, 2022-2029.
Sin duda, el futuro de la tecnología de impresión 3D será su exuberante adopción en todo tipo de industrias, provocando un impacto positivo sin precedentes en la productividad.
Andrés Silva Blog 