El desarrollo exponencial de la economía digital (digital economy) ha posibilitado el desarrollo también exponencial de la economía en plataforma (platform economy) y la economía colaborativa (sharing economy o collaborative economy), fenómeno que ha permitido el surgimiento de nuevos modelos de negocio donde los unicornios son los grandes protagonistas.
Tal es la magnitud del impacto de este tipo de economías, que según Statista (2022), se espera que los ingresos globales totales de la economía colaborativa y en plataforma alcancen los 40.200 millones de dólares estadounidenses en 2022.
Dada la importancia económica de este tipo de economías es fundamental comprender su significado y diferencias estructurales:
Economía colaborativa: este tipo de economía parte del supuesto que los consumidores prefieren alquilar o pedir prestados bienes en lugar de comprarlos. De esta manera, se basa en el intercambio de servicios, recursos, bienes, tiempo, conocimientos y habilidades entre personas a escala, dando origen a una red económica altamente flexible.
Ejemplos: Peer-to-Peer, Crowdfunding, Coworking, Viajes Compartidos y Carsharing, Alquiler Colaborativo y CouchSurfing, etc.
Economía en plataforma: corresponde a la tendencia de los negocios a desplazarse cada vez más hacia modelos de negocio en plataformas digitales, entendiéndose este tipo de plataformas como sistemas informáticos, que permiten conectar a proveedores con consumidores para que el intercambio de valor se realice de una manera muy eficiente. Por consiguiente, la economía en plataforma facilita el desarrollo de la economía colaborativa.
Ejemplos: Amazon, Alphabet, Meta, Alibaba, Airbnb etc.
En resumen, la economía colaborativa es el sistema económico en red, mientras que la economía en plataforma es sistema informático que conecta a la demanda con la oferta para que se materialice el intercambio a escala, habilitando así el desarrollo de la economía colaborativa.