La inteligencia artificial representa esa fuerza con un enorme potencial disruptivo propios de una segunda ola de transformación digital, la que está señalando el inicio de una nueva etapa de la evolución digital en los negocios, industrias, gobiernos, economías y la sociedad.
Desde una perspectiva tecnológica – ética – legal (TEL), los acelerados avances en inteligencia artificial, aprendizaje automático y aprendizaje profundo y su enorme impacto en la productividad pueden generar efectos no deseados como, por ejemplo: la vulneración de los derechos de las personas. Por consiguiente, se hace imperativo establecer límites éticos y legales que garanticen el respeto de tales derechos y fortalezcan la prometedora evolución y expansión que está experimentando la inteligencia artificial en el mundo.
Para un desarrollo efectivo de los límites éticos y legales es esencial considerar los siguientes grupos de desafíos:
- Desafíos éticos: en materias de seguridad, transparencia, equidad algorítmica, privacidad de datos, sesgos e imparcialidad.
- Desafíos legales: en aspectos como seguridad, efectividad, responsabilidad, ciberseguridad, propiedad intelectual, protección de datos y privacidad.
A modo de síntesis, es fundamental generar espacios para discusiones públicas y políticas centradas en la ética del trabajo impulsado por la inteligencia artificial, como sus implicancias legales en la fuerza laboral y la sociedad en su conjunto.