Con el Covid-19 volcando a todos al lado de Internet, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, se convirtieron en herramientas muy poderosas para muchas empresas que han tenido que operar en línea. En este sentido, 2020 – 2021 ha sido un gran periodo para la automatización conversacional y el desarrollo de chatbots.
Tal ha sido el impacto de los chatbots que su masificación es inevitable. Según Acquire (2020), 1.400 millones de personas en el mundo utilizan chatbots con tendencia al alza.
¿Cómo se ve el futuro de los chatbots?
A primera vista el futuro se ve promisorio. Según Deloitte (2019), para el 2022, hablaremos con bots más que con nuestros propios cónyuges. Para 2024, Insider Intelligence (2021) predice que el gasto minorista de los consumidores a través de chatbots en todo el mundo alcanzará los $ 142 mil millones, en comparación con solo $ 2,8 mil millones en 2019, es decir, casi 51 veces más en un período de solo 5 años.
Visto desde el lado de la oferta, según Chatbots Life (2020), las empresas ahorrarán 2.500 millones de horas de servicio al cliente utilizando chatbots para fines de 2023. En otras palabras, la reducción de costos por concepto de servicio al cliente pasará a ser un factor decisivo en la estrategia empresarial.
Sin embargo, para que esta tecnología siga creciendo hacia su consolidación, es fundamental que los usuarios puedan tener una conversación personal, de calidad, en cualquier momento, lugar y de manera multilingüe con un chatbot.