El aprendizaje profundo (deep learning) corresponde a un subconjunto de la inteligencia artificial que ofrece aplicaciones innovadoras en muchas áreas, entre ellas el marketing.
Según Lisa Gevelber, Google’s VP of marketing, “los especialistas en marketing que se basan solo en los datos demográficos para llegar a los consumidores corren el riesgo de perder a más del 70% de los posibles compradores móviles. ¿Por qué? Porque la demografía rara vez cuenta la historia completa. Comprender la intención del consumidor es mucho más poderoso.”
Es aquí donde el aprendizaje profundo adquiere un rol protagónico, dado que, puede resolver el problema de comprender la intención del consumidor, porque puede combinar información demográfica con datos propios del comportamiento del consumidor, para luego de manera automática hallar una enorme cantidad de audiencias y, con posterioridad, seleccionar las audiencias más atractivas en relación a nuestro producto, para luego apuntar de manera específica y personalizada a los consumidores que componen esas audiencias. En otras palabras, el aprendizaje profundo ha permitido a las compañías, a través de sus algoritmos descubrir cómo piensan, sienten, reaccionan y compran sus clientes.
Es tal el poder de análisis a gran escala que entrega el aprendizaje profundo, que permite la predicción de la conducta de los consumidores con una precisión jamás antes vista, dado que, una de las principales bondades de esta tecnología es su alta capacidad para capturar datos e información de muchas fuentes diferentes y procesarla de manera veloz y efectiva.
Las compañías que están dominando el aprendizaje profundo como Google, Facebook, Apple, Amazon, Microsoft, entre otras, son empresas que no solo predicen el futuro, también lo crean.
Andrés Silva Blog 