No es ningún misterio que el neuromarketing ha modificado la forma en la que debemos investigar el mercado, pues vincula la neurociencia con el marketing. De esta manera, el neuromarketing resuelve una problemática fundamental: los seres humanos a menudo dicen una cosa y hacen otra, y piensan de una manera y sienten lo contrario al mismo tiempo.
A continuación, comparto algunas diferencias esenciales entre neuromarketing e investigación de mercado tradicional:
Neuromarketing: proporciona metodologías que entregan una salida cuantitativa de estados cognitivos y emocionales como la memoria, la atención, la emoción, el compromiso y la motivación. Según el Dr. Benny B. Briesemeister “el neuromarketing puede mostrar cómo involucrar al consumidor, cómo sorprenderlo e involucrarlo emocionalmente, que es el núcleo de una relación comercial exitosa.”
Investigación de mercado tradicional: presenta importantes deficiencias en la medición de los estados cognitivos y por sobre todo emocionales, dado que utiliza herramientas como encuestas, focus group, entre otras en las que el consumidor dice hacer, pero no necesariamente hace y/o dice sentir y no necesariamente siente, en consecuencia, la técnicas de investigación de mercado tradicionales, tienen una mayor probabilidad de entregar información sesgada, ya que las personas responderán a las preguntas de la encuesta de acuerdo con un estado consciente.
A modo de conclusión, el neuromarketing viene a complementar los métodos tradicionales de investigación de mercado particularmente en lo que se refiere a la disminución del sesgo del consumidor, dado que, el consumidor no sabe conscientemente lo que desea comprar, pues casi el 90% de sus decisiones y posteriores acciones son tomadas por el subconsciente de su cerebro.
Los resultados del neuromarkeeting serían el elemento base para planificar un adecuado costume experience
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