En 2018 el destacado físico teórico Michio Kaku en su libro El futuro de la humanidad, señalaba que el récord mundial de un ordenador cuántico alcanzaba unos 20 qubits. Y que para desarrollar un ordenador cuántico de alto rendimiento deberán pasar varias décadas o incluso esperar hasta finales de este siglo. El principal problema argumentado por Kaku: la “decoherencia”, que corresponde a una vibración descompensada de los átomos provocada por la más minúscula impureza, vibración o perturbación.
En otras palabras, un ordenador cuántico requiere de “coherencia”, es decir, que todos los átomos del ordenador cuántico vibren al unísono. Y para lograr esto, es fundamental aislar de manera absoluta del mundo exterior los átomos que están en el ordenador. Una tarea que es extremadamente difícil.
Sin embargo, en solo 3 años (noviembre de 2021), de acuerdo con Nature, IBM logró desarrollar el primer ordenador cuántico de 127 qubits. Pero mejor aún, un año después (noviembre de 2022), según Newscientist, esta misma compañía alcanzó los 433 qubits. Y su meta para 2023 es superar la barrera de los 1.000 qubits para llegar exactamente a los 1.121 qubits.
En tres años se logró pasar de 20 a 127 qubits, y en solo un año de 127 a 433 qubits. Es decir, entre 2018 y 2021 se avanzó en 35,67 qubits por año, mientras que entre 2021 y 2022 se avanzó en 306 qubits. Y de acuerdo con la proyección de IBM entre 2022 y 2023 se habrá avanzado en 688 qubits por año.
La cantidad anual de qubits incorporados al ordenador cuántico obedece a un crecimiento exponencial como muy bien se muestra en Techmonitor. De ahí que IBM Quatum, a través de un diseño más modular tiene previsto superar los 4.000 qubits en 2025. De 2026 en adelante, de acuerdo con Reuters, IBM apunta a una supercomputadora cuántica de 16.632 qubits.
Si bien todos estos avances están lejos de alcanzar 1,000,000 de qubits que se estiman como necesarios para que una computadora cuántica alcance un pleno funcionamiento. Como lo indica Mike Loukides: “Probablemente lleguemos allí, pero no el próximo año”.
Como el objetivo de IBM no es solo aumentar la cantidad de qubits, sino también mejorar su calidad, es muy probable que el desarrollo de un ordenador cuántico de alto rendimiento no tenga que esperar varias décadas o el término de este siglo. Quizá esté mucho más cerca de lo que la gran mayoría cree.