La tecnología sin cabeza (headless tech) abre una enorme puerta para que las compañías puedan realizar cambios de manera rápida, para mantenerse competitivas en un mercado actual en el que cada día adquirir un nuevo cliente es más caro. Las cifras son claras. Un estudio de Marketing Metrics nos dice que la probabilidad de vender algo a un cliente potencial es solo del 5 al 20 %, mientras que, la probabilidad de vender algo a un cliente existente es del 60 al 70 %. Por lo tanto, el negocio está en entregar experiencias de cliente más atractivas para retenerlo.
La tecnología sin cabeza brinda a los clientes una experiencia de compra más cómoda y rápida, por ende, más atractiva. Por ejemplo: si hablas con tu Alexa para pedirle que compre un producto con despacho a domicilio incluido, eso es una experiencia de compra con tecnología sin cabeza. En otras palabras, hablamos de comercio sin cabeza (headless commerce).
¿Cómo se define el comercio sin cabeza?
Se define como el desacople del front-end (parte frontal con la que interactúa el cliente y vive la experiencia de ecommerce como chatbots, asistentes de voz, web, realidad aumentada, botones, etc.) del back-end (parte del sitio web que los usuarios no pueden ver y donde ocurre la lógica comercial de la compañía). Entonces, entre el front-end y el back-end se ubican las APIs de comercio sin interfaz. Toda esta arquitectura permite entregar una experiencia de cliente en todo tipo de plataforma o pantalla, es decir, el cliente tiene la libertad de elegir su front-end.
¿Cuáles son los beneficios de un comercio sin cabeza?
- Mayor eficiencia.
- Mayor adaptabilidad.
- Mayor personalización.
Sin duda alguna, el comercio sin cabeza se instala al interior de la estrategia comercial de las compañías líderes, puesto que, tiene todo el potencial para maximizar la experiencia del cliente.
Andrés Silva Blog 