Desde una perspectiva histórica es posible afirmar que, la tecnología digital ha sido la principal responsable de revolucionar la productividad de muchas maneras, al optimizar procesos, reducir costos y acelerar el intercambio de información. También ha facilitado la automatización de tareas repetitivas, liberando tiempo para que los empleados se concentren en tareas de orden superior. Al mismo tiempo que, ha proporcionado herramientas analíticas para una mejor y más veloz toma de decisiones.
Herramientas digitales como las plataformas basadas en la nube, han permitido una colaboración y comunicación más fluidas, superando los límites geográficos y las zonas horarias, lo que ha conducido a una resolución de problemas más rápida y una finalización de proyectos en intervalos de tiempo mucho más reducidos.
El análisis de datos impulsado por inteligencia artificial ha brindado a las empresas información valiosa para tomar decisiones informadas y en última instancia, aumentar la eficiencia.
Además, la tecnología digital ha ayudado a optimizar las cadenas de suministro, mejorar el servicio al cliente y elevar los estándares de innovación, a través de herramientas como el diseño digital y la creación rápida de prototipos.
En este sentido, la tecnología digital ha facilitado a las empresas escalar sus operaciones y ofrecer productos y servicios de mayor calidad de manera más rápida y eficiente. Un claro ejemplo de esto es la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos de aprendizaje automático, que están ayudando a optimizar los flujos de trabajo, reducir los errores humanos y generar conocimientos a partir de vastos conjuntos de datos, lo que impulsa la innovación y el crecimiento empresarial.
Sin embargo, una dependencia excesiva de la tecnología digital también puede generar desafíos como riesgos de seguridad cibernética o una disminución de la moral de los empleados debido a la pérdida de empleo relacionada con la automatización. De ahí la necesidad de una implementar programas de mejora continua para el desarrollo de habilidades digitales de los empleados.
En el ámbito de las habilidades digitales, un reciente estudio liderado por Cyrielle Gaglio de la Universidad de Helsinki concluyó que, “determinadas tecnologías de comunicación digital, incluido el uso de las redes sociales y de un teléfono móvil empresarial para navegar por Internet, tienen un efecto positivo en la innovación, y que la innovación condicionada al uso de estas tecnologías tiene un efecto positivo en la productividad laboral”.
En general, cuando la tecnología digital se implementa desde una estrategia bien diseñada, esto genera uno de los efectos más deseados como lo es una mejora considerable en la productividad.
Andrés Silva Blog 