El progreso que ha experimentado la nanociencia durante los últimos 15 años está permitiendo un gran control sobre las estructuras a nanoescala por medio de procesos de síntesis y de fabricación propios de la nanotecnología.
Por su parte, los fenómenos cuánticos son peculiarmente observables en escalas de longitud y tiempo más pequeñas que las de nuestra experiencia cotidiana, en la que interactuamos con materiales a granel donde las propiedades se rigen absolutamente por la mecánica clásica. De ahí nuestra gran dificultad para entender todo lo relacionado con la física cuántica, pues nuestra evolución ha ocurrido en un entorno de física mecánica.
La física cuántica, en cambio, encarna lo esencial de las leyes físicas que explican el comportamiento del mundo microscópico de las partículas elementales como electrones, fotones, neutrones, protones y muones, que en última instancia gobiernan todo. Así pues, entender cuáles son las principales similitudes y diferencias entre nanotecnología y tecnología cuántica, nos entrega una comprensión más cercana de las bases de nuestra futura existencia:
Nanotecnología: cuando un material está dentro del régimen cuántico, es decir, tiene menos de 100 nm de espesor, hablamos de un nanomaterial, pues exhibe efectos cuánticos. Por consiguiente, la nanotecnología es ciencia, ingeniería y tecnología llevada a cabo a nanoescala y representa una aplicación de la física cuántica, en otras palabras, es uno de los aspectos prácticos de la teoría cuántica.
Tecnología Cuántica: aprovecha la física cuántica para obtener una funcionalidad o rendimiento que de otro modo sería inalcanzable. Este tipo de tecnología se desarrolla gracias a la existencia de nanomateriales que exhiben efectos cuánticos. Por consiguiente, la tecnología cuántica logra unir las propiedades de los nanomateriales y la mecánica cuántica.
Por lo tanto, la tecnología cuántica y la nanotecnología caminan juntas, siendo la nanotecnología y los nanomateriales los que posibilitan el desarrollo de la tecnología cuántica como, por ejemplo: la computación cuántica, la electrónica cuántica, los sensores cuánticos, la criptografía cuántica y la fotónica cuántica, todas tecnologías propias de la nenociencia que terminarán redefiniendo el futuro de nuestra humanidad.